domingo, 5 de agosto de 2007

Introducción
La Reina, El Presidente y El Alfil, lo escribí como un homenaje a mi papá en el día del padre. Mi padre falleció cuando yo era niño... y claro, por varios años me decepcionó Dios... así que para el día del padre saludo a otros "viejos" y papás de amigos, entre ellos siempre está Don Raúl Canales Díaz-Valdés y entre él y su hijo Raúl no puedes distinguir cual es mejor persona... cruzados caballeros y tremendamente unidos... constituyen una familia ejemplar y excepcional.
La carta al Director de EL Mercurio de Don Sergio Guilisasti, me conmovió por el trato recibido de parte de varios comentaristas (ver al final de este blog, los comentarios se leen desde abajo hacia arriba... es parte de lo al revés que esta este mundo). Claro... la idea es darnos duro en la discrepancia, pero no se reparó en la edad que Don Sergio insinúa tener y en el dolor que le provoca la ruptura Mennen-Bolocco.
He debido confesar que tengo todas las edades y... salir a conversar. Toda su carta es alegre y digna, aunque dura en la contradicción del amor sin edad. Pero más sabe el diablo por viejo... y ha de saber que un amor más joven siempre tiene edad.... y amar también es saber dejar escapar... más allá de que el amor salga de mall.
Siempre estoy en deuda con mi correspondencia con familiares y amigos... no por que sea mucha... es sólo que siempre me dispongo a escribirles... pero se me va el tiempo en el recorrer y revisar blogs y periódicos. Es algo que siempre crítico y les hago presente a todos... que "les cayó la internet en la cabeza". Así que al leer la carta de Don Sergio... inicialmente pensé en comentarla y entremedio en ella, saludar a mi amigo Raúl Canales Díaz-Valdés. Era un saludo pendiente para el y su señora Marta Villanueva y aquí estamos 45 días después. Más vale tarde que nunca... dice el verso y de tanto andar aprendí a construir abrigos de recuerdos... y mi amigo Don Raúl me acompaña más ahora que nunca. Hasta hace pocos días Don Raúl junto como 80 años... la señora Martita siempre ha tenido menos. Lo de Don Raúl es para establecer un paralelo con su hijo Raúl Canales Villanueva. Los conocí juntos hace ya 23 sabrosos años.
En mi vida he juntado varios amigos mayores... y he recibido de parte de ellos atenciones inmerecidas. Numerosas veces mis Raúl y Don Raúl me han recibido en su casa... pero aquella tarde-noche del xx de julio de 1991 es ya inolvidable. Siempre la relato y recuerdo con fuerza a Don Raúl Canales Díaz-Valdés. Un grato recuerdo recurrente varias veces cada año... imposible no recordar cada vez que un equipo de fútbol chileno disputa una final.

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